Siempre a nuestro lado
Y siempre gracias, querida amiga.
Gracias por ser parte de nosotros, por tu ejemplo, tu alegría, tu dulcísima mirada de ojos claros. Gracias por tu franqueza, tu ternura y esa delicada forma de acariciar, con la que tanto sentimos tu apoyo en los momentos duros. Gracias por los inolvidables días que compartimos y la preciosa sensación que nos acompaña ahora, contigo en el fondo de nuestro corazón.
Cada martes has llegado a tu clase de Restauración, saludando con un beso y el más cálido de los abrazos. Profesora encantadora, inolvidable, especial…
Sólo tú dices tanto sin una palabra, sonríes y envuelves en tu resplandeciente luz, como el Ángel de alegría y bondad que eres, el mayor regalo para los afortunados que te conocemos y disfrutamos tu inagotable ilusión.
Ayer, hoy y siempre contigo.
Y tú, querida Conchi, siempre a nuestro lado.